Conocimiento de Sí Mismo -
Conferencia Nro 32
El Cambio
Radical
En tanto un hombre prosiga
con el error de creerse a sí mismo Uno, Único,
Individual, es evidente que el cambio radical
será algo más que imposible.
El hecho mismo de que el Trabajo Esotérico comience con
la rigurosa observación de sí mismo, nos está indicando
una multiplicidad de factores Psicológicos, Yoes o
elementos indeseables que es urgente extirpar, erradicar
de nuestro interior.
Incuestionablemente en modo alguno sería posible
eliminar errores desconocidos, urge observar previamente
aquello que queremos separar de nuestra Psiquis.
Este tipo de Trabajo no es externo sino interno y
quienes piensen que cualquier manual de urbanidad o
sistema ético externo y superficial les pueda llevar al
éxito, estarán de hecho totalmente equivocados.
El hecho concreto y definitivo de que el Trabajo íntimo
empiece con la atención concentrada en la observación
plena de sí mismo, es motivo más que suficiente como
para demostrar que esto exige un esfuerzo personal muy
particular de cada uno de nosotros.
Hablando francamente y sin ambages, aseveramos en forma
enfática lo siguiente: Ningún ser humano podría hacer
este Trabajo por nosotros.
No es posible cambio alguno en nuestra Psiquis, sin la
observación directa de todo ese conjunto de factores
subjetivos que llevamos dentro.
Dar por aceptado la multiplicidad de errores,
descartando la necesidad de estudio y observación
directa de los mismos, significa de hecho una evasiva o
escapatoria, una huida de sí mismo, una forma de
auto-engaño.
Sólo a través del esfuerzo riguroso de la observación
juiciosa de sí mismo, sin escapatorias de ninguna
especie, podremos evidenciar realmente que no somos
"Uno" sino "Muchos".
Admitir la pluralidad del YO y evidenciarla a través de
la observación rigurosa, son dos aspectos diferentes.
Alguien puede aceptar la Doctrina de los muchos Yoes,
sin haberlo jamás evidenciado; esto último sólo es
posible auto-observándose cuidadosamente.
Rehuir el Trabajo de observación íntima, buscar
evasivas, es signo inconfundible de degeneración.
Mientras un hombre sustente la ilusión de que es siempre
una y la misma persona, no puede cambiar, y es obvio que
la finalidad de este Trabajo es precisamente lograr un
cambio gradual en nuestra vida interior.
La transformación radical es una posibilidad definida
que normalmente se pierde cuando no se trabaja sobre sí
mismo.
El punto inicial del cambio radical permanece oculto
mientras el hombre continúe creyéndose Uno.
Quienes rechazan la Doctrina de los muchos Yoes,
demuestran claramente que jamás se han auto-observado
seriamente.
La severa observación de sí mismo sin escapatorias de
ninguna especie, nos permite verificar por sí mismos el
crudo realismo de que no somos "Uno" sino "Muchos".
En el mundo de las opiniones subjetivas, diversas
teorías seudo-esotéricas o seudo- ocultistas, sirven
siempre de callejón para huir de sí mismos...
Incuestionablemente la ilusión de que se es siempre una
y la misma persona, sirve de escollo para la
auto-observación...
Alguien podría decir: "Sé que no soy Uno sino Muchos, la
Gnosis me lo ha enseñado". Tal afirmación aunque fuese
muy sincera si no existiese plena experiencia vivida
sobre ese aspecto doctrinario, obviamente tal afirmación
sería algo meramente externo y superficial.
Evidenciar, experimentar y comprender es lo fundamental,
sólo así es posible trabajar conscientemente para lograr
un cambio radical.
Afirmar es una cosa y comprender es otra. Cuando alguien
dice: "Comprendo que no soy Uno sino Muchos", si su
comprensión es verdadera y no mera palabrería
insustancial de charla ambigua, esto indica, señala,
acusa, plena verificación de la Doctrina de los Muchos
Yoes.
Conocimiento y Comprensión son diferentes. El primero de
estos es de la mente, el segundo del corazón.
El mero conocimiento de la Doctrina de los Muchos Yoes
de nada sirve; desafortunadamente por estos tiempos en
que vivimos, el conocimiento ha ido mucho más allá de la
comprensión, porque el pobre animal intelectual
equivocadamente llamado hombre, desenvolvió
exclusivamente el lado del conocimiento olvidando
lamentablemente el correspondiente lado del Ser.
Conocer la Doctrina de los Muchos Yoes y comprenderla,
es fundamental para todo cambio radical verdadero.
Cuando un hombre comienza a observarse detenidamente a
sí mismo, desde el ángulo de que no es Uno sino Muchos,
obviamente ha iniciado él Trabajo serio sobre su
naturaleza interior.
Sólo a
través de la auto-observación podremos evidenciar que no
somos “Uno” sino “Muchos”
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