Conocimiento de Sí Mismo -
Conferencia Nro 26
El Mundo de
las Relaciones
El mundo de relaciones tiene
tres aspectos muy diferentes que en forma precisa
necesitamos aclarar.
Primero: Estamos relacionados con el cuerpo planetario,
es decir con el cuerpo físico. Segundo: Vivimos en el
planeta Tierra y por secuencia lógica estamos
relacionados con el
mundo exterior y con las cuestiones que atañen a
nosotros, familiares, negocios, dineros, cuestiones de
oficio, profesión, política, etc., etc., etc.
Tercero: La relación del hombre consigo mismo. Para la
mayoría de las gentes este tipo de relación no tiene la
menor importancia.
Desafortunadamente a las gentes sólo les interesan los
dos primeros tipos de relaciones, mirando con la más
absoluta indiferencia el tercer tipo.
Alimento, salud, dinero, negocios, constituyen realmente
las principales preocupaciones del “Animal
Intelectual” equivocadamente llamado "hombre".
Ahora bien: Resulta evidente que tanto el cuerpo físico
como los asuntos del mundo son exteriores a nosotros
mismos.
El Cuerpo Planetario (cuerpo físico), a veces se
encuentra enfermo, a veces sano y así sucesivamente.
Creemos siempre tener algún conocimiento de nuestro
cuerpo físico, más en realidad ni los mejores
científicos del mundo saben mucho sobre el cuerpo de
carne y hueso.
No hay duda de que el cuerpo físico, dada su tremenda y
complicada organización, está ciertamente mucho más allá
de nuestra comprensión.
En lo que respecta al segundo tipo de relaciones, somos
siempre víctimas de las circunstancias; es lamentable
que todavía no hayamos aprendido a originar
conscientemente las circunstancias.
Son muchas las gentes incapaces de adaptarse a nada o a
nadie o tener éxito verdadero en la vida.
Al pensar en sí mismos desde el ángulo del Trabajo
Esotérico Gnóstico se hace urgente averiguar con cual de
estos tres tipos de relaciones estamos en falta.
Puede suceder el caso concreto de que estemos
equivocadamente relacionados con el cuerpo físico y a
consecuencia de ello estemos enfermos.
Puede suceder que estemos mal relacionados con el mundo
exterior y como resultado tengamos conflictos, problemas
económicos y sociales, etc., etc., etc.
Puede que estemos mal relacionados consigo mismos y que
secuencialmente suframos mucho por falta de iluminación
interior.
Obviamente si la lámpara de nuestra recámara no se
encuentra conectada a la instalación eléctrica, nuestro
aposento estará en tinieblas.
Quienes sufren por falta de iluminación interior, deben
conectar su mente con los Centros Superiores de su
Ser.
Incuestionablemente, necesitamos establecer correctas
relaciones no sólo con nuestro Cuerpo Planetario (cuerpo
físico) y con el mundo exterior sino también con cada
una de las partes de nuestro propio Ser.
Los enfermos pesimistas, cansados de tantos médicos y
medicinas, ya no desean curarse; los pacientes
optimistas luchan por vivir.
En el Casino de Montecarlo muchos millonarios que
perdieron su fortuna en el juego se suicidaron. Millones
de madres pobres trabajan para sostener a sus hijos.
Son incontables los aspirantes deprimidos que por falta
de poderes psíquicos y de iluminación intima han
renunciado al Trabajo Esotérico sobre sí mismos. Pocos
son los que saben aprovechar las adversidades.
En tiempos de rigurosa tentación, abatimiento y
desolación uno debe apelar a la íntima recordación de
sí mismo.
En el fondo de cada uno de nos está la Tonantzin Azteca,
la Stella Maris, la Isis Egipcia, Dios Madre,
aguardándonos para sanar nuestro adolorido corazón.
Cuando uno mismo se da el choque del “Recuerdo de Sí”,
se produce realmente un cambio milagroso en todo el
trabajo del cuerpo, de modo que las células reciben un
alimento diferente.
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