Conocimiento de Sí Mismo
Fase "B" - Conferencia Nro 1
Concentración y Relajación
¿Qué es la
Concentración?
La palabra Concentración nos está mostrando que la
Conciencia está Centrada en la Acción.
La Concentración es un poder muy grande que nos permite
tener éxito en todo lo que emprendemos. La Concentración
se da cuando aprendemos a vivir el instante. El eterno
ahora. Cuando nuestras diferentes funciones trabajan al
unísono, teniendo como centro nuestro corazón.
La clave
para sacar cualquier práctica es la Concentración.
Debemos practicar y luchar hasta lograrla.
Si en el día andamos concentrados en la noche
continuaremos concentrados. Si en el día vagamos en la
noche también.
Hay dos tipos de Concentración: una en el Mundo Interior
y la otra en el Mundo Exterior. Las dos son muy
importantes.
Nos encontramos concentrados cuando no se sostiene sino
un pensamiento. Cuando sostenemos la atención plena en
algo podemos alcanzar la Inspiración, y un instante
después el Acierto.
Concentración es lo contrario a distracción, la
Concentración es de la Conciencia, la distracción es del
yo. Si estudiamos la distracción terminaremos en
concentración.
Si podemos descubrir todos los yoes o elementos
distractores alcanzaremos la Concentración.
Aprender a centrar la Conciencia en la acción requiere
mucha práctica, ya que el sentido de la Auto-observación
psicológica está atrofiado en casi todos los seres
humanos, y por medio de este sentido se centra la
Conciencia en la acción.
El Maestro Jesús nos enseño que debíamos Velar y
Orar.
Velar es hacer las cosas despierto, en vigilia,
en auto-observación. O concentrado.
Orar es el deseo de Ser o Recuerdo de Sí. Y esto
es lo mismo que relajarse. Suplicar a la Madre Divina
que elimine el defecto que no nos deja concentrar.
Cómo podemos practicar la
Concentración:
-
Haciendo un esfuerzo para hacer cosa por cosa.
- Sin pensar en ninguna otra cosa.
- Sin interrumpir una cosa para hacer otra.
- No recordando cosas que se van a hacer más
adelante.
- No recordando cosas que ya se hicieron.
- Manteniéndonos centrados en lo que hacemos.
Si
observamos cuidadosamente las múltiples actividades de
nuestro diario vivir nos daremos cuenta que cada una de
ellas se hace en forma mecánica, puesto que cuando las
ejecutamos estamos pensando en otras cosas. Ese mismo
hecho impide que estemos centrados, también impide que
veamos todos los yoes que se manifiestan.
Nos despertamos, nos incorporamos, caminamos hacia el
baño, nos desvestimos, afeitamos, duchamos, secamos,
vestimos, calzamos, tendemos la cama, desayunamos,
lavamos los dientes, nos despedimos, salimos a la calle,
etc. Pero no nos auto-observamos de instante en
instante, lo que quiere decir que tenemos la conciencia
dormida por falta de uso. Hacemos las cosas dormidos. Y
por lo anterior no hay auto-descubrimiento.
Si empezamos a auto-observarnos descubriremos a cada uno
de los yoes que participan en cada acción, que actúan
mecánicamente cometiendo errores, nos tensionan,
originan preocupaciones, distraen, impiden la
concentración.
Cuando empezamos a observar todo esto nos damos cuenta
en forma directa del caos en que nos encontramos. Y que
sólo podemos ordenarlo mediante la relajación
permanente.
¿Qué es la
Relajación?
Cuando nos
hacemos conscientes de cualquier defecto que está
produciendo tensión en cualquier parte de la máquina
debemos necesariamente relajarnos para no agotar
energías en forma innecesaria. Y esto se hace con una
Súplica a nuestra Madre Divina así: “Madre mía mátame
este yo”.
¿Qué produce
la tensión?
- Deseos
- Emociones
- Canciones psicológicas
- Estados psicológicos equivocados
- Pensamientos
- Preocupaciones
- Charlas internas
- Pelea entre los distintos yoes
Si le
suplicamos en esos momentos a nuestra Madre Divina
particular que elimine el defecto que está produciendo
tensión en tal o cual centro notaremos que Ella actúa
inmediatamente, relajándonos el lugar en que hemos
observado al yo.
Es necesario comprender por qué estamos tensos para que
la Madre actúe.
Se producen tensiones por
muchas razones:
-
Hacemos algo que no nos gusta.
- Tenemos miedo a que nos quede mal algo.
- Queremos hacer algo que nos gusta más.
- Lo que vamos a hacer más tarde nos preocupa.
- Lo que hicimos antes no quedó bien.
- Lo que hicimos antes nos quedó muy bien.
- No sabemos hacer lo que estamos haciendo.
- Nos preocupa algo que tendremos que hacer.
- Estamos distraídos por algo.
¿Cómo
sabemos que ya nos relajamos?
Sucede
cuando ha desaparecido toda tensión y nuestra psicología
se ha normalizado. Nos sentimos bien. Nos podemos
centrar en lo que hacemos.
Práctica de Relajación
general
La
relajación de los cuerpos:
• Cuerpo
Físico
• Cuerpo Astral
• Cuerpo Mental |
Músculos,
tendones y nervios
Emociones
Pensamientos |
En la
relajación del Cuerpo Físico nos concentramos
en cada una de las partes del cuerpo. Donde estén
nuestros pensamientos estará nuestra Conciencia, por lo
tanto debemos imaginar y sentir cada una de nuestras
partes del cuerpo ordenadamente. Este procedimiento se
repite tres veces:
1-
Pierna derecha: dedo por dedo, planta, empeine,
talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la
pierna.
2- Pierna izquierda: dedo por dedo, planta, empeine,
talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la
pierna.
3- Brazo derecho: dedo por dedo, palma, dorso,
muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
4- Brazo izquierdo: dedo por dedo, palma, dorso,
muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
5- Glúteos, genitales, cadera, abdomen, cintura,
pecho, hombros, espalda, todo el tronco.
6- Cuello, garganta, mandíbula, lengua, labios,
mejillas, nariz, ojos, cejas, frente, oídos, cuero
cabelludo, toda la cabeza.
7- Luego le ordenamos a todos los músculos, nervios
y tendones: “relájense, aquiétense, cálmense”.
Para la
relajación del Cuerpo Astral, o parte emocional,
nos concentramos en la respiración, observando la
entrada y la salida del aire durante tres minutos.
Para la relajación del Cuerpo Mental, o parte
intelectual, nos concentramos en el corazón y en
escuchar ruidos del mundo exterior durante tres minutos.
Práctica de Concentración y
Relajación. Velar y Orar:
1-
Conjuración del Belilín y Círculo Mágico.
2- Súplica de Asistencia al Padre y a la Madre
Divina.
3- Relajación, observando que todo el cuerpo esté
cómodo.
4- Nos concentramos en el corazón a escuchar y
observar el mundo interior.
5- A cada detallito observado le vamos suplicando a
la Madre que lo desintegre.
6- Puede hacerse hasta lograr la concentración
perfecta.
◄ volver
atrás
|