Conocimiento de Sí Mismo -
Conferencia Nro 41
La Danza de los Derviches y la Transmutación de las
Fuerzas Cósmicas
El objetivo de esta
conferencia es darnos herramientas para que podamos
desenvolvernos mejor en el Trabajo Esotérico.
La Danza de los Derviches:
Los Derviches son Maestros de Turquía que viven en el
desierto. Hay Derviches Cantantes y hay Derviches
Danzantes. Los Derviches Cantantes enseñan a través de
los cantos y de la música los procesos de la Conciencia.
Los Derviches Danzantes enseñan a través de las danzas
cómo el cuerpo puede estar en armonía con el Universo
con determinados movimientos o Runas, que dentro de
nosotros movilizan unas fuerzas que son de mucha
utilidad para poder lograr la Concentración.
Entonces, estas danzas tienen por objeto que podamos
lograr la Concentración. Debemos hacerla antes de
cualquier práctica para tener éxito. De este modo, para
sacar cualquier práctica: desdoblamiento, meditación,
etc., si se quiere obtener buenos resultados, se debe
armonizar el Cuerpo Físico con la parte interior. Y se
logra con estos ejercicios.
Esas tres danzas son las siguientes:
Primera Danza: Abrir los brazos, que queden
rectos y perpendiculares al tronco. Poner las
manos hacia arriba y comenzar a girar en sentido
de las manecillas del reloj.
Esta práctica es muy útil porque descarga el
hígado, el plexo solar y la zona emocional.
Además, organiza y pone los Siete Chakras a
girar correctamente, en el sentido de las
manecillas del reloj. Lamentablemente, el mal
manejo de las energías y el desgaste energético
en que viven todos los seres humanos hacen que
estos Chakras estén girando en sentido
contrario. Este ejercicio alinea y coordina los
tres cerebros, y produce un fenómeno vibratorio.
Hay que practicarlo todos los días. Se deben dar
un mínimo de veintiún (21) vueltas. Cuando uno
termina de girar manda el pie derecho adelante
flexionándolo un poco y pone el brazo izquierdo
sobre la rodilla derecha y con la mano derecha
aprieta el entrecejo, para que no haya mareo. Si
se hace durante ocho días seguidos uno se da
cuenta de que ya no se siente mareo, o si se
siente es muy poco. Entonces se está descargando
el hígado, lo que permite un mejor
desdoblamiento. |
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La Segunda Danza es
para aquietar la mente: la mayoría de las
personas trabajan durante todo el día y cargan
muchas preocupaciones. Esas preocupaciones son
las no dejan centrarse cuando se va a meditar, o
desdoblarse, o a hacer cualquier práctica. Si
nosotros somos intelectuales y estamos en una
oficina todo el día sentados es necesario que
nos equilibremos un poco, para adelantar
trabajo.
Entonces, es recomendable durante un espacio de
cinco o diez minutos hacer la danza que vamos a
enseñar. Es una danza que coordina los tres
cerebros: primero aquieta al Intelectual, la
mejor manera de aquietar el Intelectual es no
pensando; pone con el ánimo que se requiere para
poder empezar cualquier práctica al Emocional; y
equilibra al Motor.
Este ejercicio es muy sencillo y se lleva a cabo
así: comenzamos a trotar en el puesto y a la vez
empezamos a aplaudir rítmicamente adelante y
atrás del cuerpo, y girar al mismo tiempo la
cabeza de un lado al otro. Ese es todo el
ejercicio. |
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Indudablemente, mientras se hace el
ejercicio no se puede pensar, porque ningún pensamiento
se sostiene ahí, entonces comienza a darse el proceso de
equilibro. Si hacemos este ejercicio durante cinco o
diez minutos antes de cualquier práctica obtendremos una
capacidad de concentración muy superior.
Tercer Danza:
Comenzamos a trotar en el puesto. Esta vez
empezamos a aplaudir rítmicamente al lado
izquierdo y giramos la cabeza al lado derecho.
Luego aplaudimos al lado derecho y giramos la
cabeza al lado izquierdo. Es muy sencillo, y hay
que practicarlo hasta coordinarlo muy bien.
Ahí están estos dos ejercicios. Lo importante es
coordinar las tres cosas: los movimientos de
cabeza, los movimientos de los brazos adelante y
atrás o a los lados, y los movimientos de las
piernas. Finalmente se coordina también la
respiración. Cuando ya se tiene suficiente
práctica se hacen con mucha facilidad.
La práctica hace al Maestro. |
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La Transmutación de las Fuerzas Cósmicas:
La Transmutación de la
Fuerza Cósmica es un trabajo que debemos hacer
conscientemente. Este trabajo se hace entre el Planeta
Tierra, el Microcosmos Hombre y el Sol Sirio.
Antes de iniciarlo debemos hacer la danza de los
derviches para poder tener suficiente concentración.
Cuando hacemos este trabajo ganamos Dharma por la ayuda
consciente al planeta. Ese Dharma se ve reflejado en la
fuerza que nos queda por la participación en este
trabajo.
El planeta Tierra necesita nuestra colaboración
consciente. El planeta Tierra tiene también su Sol
dentro, este Sol se llama Melquisedeck, el Sol Interior.
En el Sol Sirio encontramos el Ejército de la Voz. De él
viene toda la energía que sostiene la Creación. Si uno
se imagina el Sol Espiritual de Sirio uno ve una espiral
de lucecitas formada por millones de ángeles que mueven
el Ejército de la Voz, de un brillo espectacular.
Dependiendo del grado de concentración que se tenga se
puede ver esto.
Una persona haciendo la Transmutación de la Fuerza
Cósmica durante una hora a dos horas puede llegar a ver
cosas como estas, la oportunidad de verlo se logra con
una buena concentración.
Nosotros hacemos este trabajo invocando a nuestro Ser,
porque para nuestro Ser no hay espacio, ni hay tiempo. O
sea, la distancia que hay a Sirio no importa, la
distancia que hay de donde estamos al centro de la
Tierra, los 6.240 kilómetros que hay más o menos al
centro de la Tierra, para el Ser no existe, Él en un
segundo puede estar allí.
Nos sentamos con las palmas de las manos mirando hacia
arriba. Vamos a imaginar los vórtices de recepción y
transmisión de la energía cósmica que hay en los dedos
de los pies.
Entonces, el trabajo consiste en trasladar energía del
planeta Tierra hasta el Corazón, luego trasladarla hasta
el Sol Sirio, luego volver a bajarla hasta nuestro
Corazón y finalmente entregar esa Energía Cósmica al
planeta Tierra.
Se hace la vuelta completa. Llevamos una energía a Sirio
y traemos una energía de Sirio al planeta Tierra, la
exhalamos en el planeta Tierra expulsando todo el aire
del pulmón.
Puede ser sentado o parado, no importa. Inhalo haciendo
el primer ocho en el centro del planeta y lo llevo hasta
la altura del corazón, se hace el Ocho, sale hacia Sirio
por la coronilla, porque la coronilla es el punto de
salida del planeta, del microcosmos. Entonces llegamos a
Sirio, imaginamos a Sirio, hacemos el Ocho allí y
retornamos nuevamente al corazón, hacemos el Ocho, en la
salida del corazón, exhalamos y expulsamos toda la
descarga al centro del planeta, haciendo el Ocho allí en
el centro.
Una respiración completa -inhalación y exhalación- va
durar de treinta segundos a un minuto, de acuerdo a la
capacidad pulmonar que cada uno tenga. No hay que
preocuparse por correr, no hay afán.
Al terminar la transmutación estamos cargados con una
energía inimaginable para practicar desdoblamiento,
meditación, lo que sea. Es una energía muy especial,
entre más se ha transmutado mejor se siente, y mejor
puede uno concentrarse para hacer las prácticas.
La energía la pueden imaginar gris plateado, en el
momento menos pensado se la empieza a ver. Se va a ver
el chorro de energía que está corriendo a través de uno,
pero eso se ve durante la práctica.
Las condiciones para
hacer este ejercicio de transmutación son:
• Estar
descalzos.
• En un lugar tranquilo
• Si es posible en contacto con la tierra. Si no se
puede, entonces estar sobre materiales que no
aíslen, como los pisos de baldosa. Las alfombras
aíslan.
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Para hacer el trabajo de Transmutación de la
Fuerza Cósmica hay que hacer cinco Ochos
horizontales, iguales al símbolo del Infinito
(∞):
• El primer
Ocho abajo, en el centro de la Tierra.
• El segundo Ocho a la altura del Corazón.
• El tercer Ocho en el Sol Sirio.
• El cuarto Ocho a la altura del Corazón
nuevamente.
• El quinto Ocho finalmente otra vez en el
planeta Tierra.
Práctica:
1 -
Comenzamos con una inhalación. Con la
Imaginación recogemos la energía del centro
del planeta Tierra, haciendo el primer Ocho.
Luego ascendemos hasta el Corazón.
2 - Hacemos el segundo Ocho a la altura del
Corazón.
3 - Reteniendo el aire, salimos por la
coronilla y vamos hacia Sirio, nos
imaginamos a Sirio.
4 - Hacemos el tercer Ocho en Sirio.
5 - Bajamos hasta nuestro corazón,
penetrando por la coronilla.
6 - Hacemos el cuarto Ocho en el Corazón.
7 - Saliendo del Corazón, exhalamos enviando
hacia la Tierra toda la energía que traemos,
imaginando que descargamos esa energía en el
centro del planeta. Y hacemos el quinto
ocho.
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